Año 2004, Sudáfrica, cerca del Parque Nacional Kruger, en la Reserva Kapama. Durante una de las salidas diarias, encontramos un grupo de elefantes, y nos quedamos un largo rato observándolos. Realmente son animales extraordinarios, sorprendentes, sobre todo por una particularidad: aún a pesar de su volumen no hacen ruido. Es impresionante ver como se movilizan entre la vegetación sin hacer el más mínimo sonido con sus patas. Esta foto es un testimonio de eso, ya que yo estaba tomando unas imágenes de unas crías, con la lente mirando hacia la trompa de la camioneta, cuando en un segundo, apareció este macho, no muy grande, a mi derecha, como un fantasma, sin hacer ningún tipo de sonido. Y se detuvo a un par de metros de la camioneta, que era abierta, y se quedo inmóvil observando. Tras unos segundos de tensión, se dedicó a roer unos trozos de corteza de una acacia y yo le hice unas fotos, como ésta, que fue el momento tras el primer sonido de la cortina de mi cámara, que hizo que el elefante levantara la cabeza y mirara hacia la camioneta. Ha sido uno de los momentos mas increíbles de mi vida. La sensación de estar tan cerca de uno de estos animales, en su entorno, sabiendo de la fragilidad que tenemos en comparación, es inexplicable. Sólo sentí lo mismo con las ballenas en Puerto Pirámide.
Para conocer la reserva:
http://www.kapama.co.za/_en/default.html
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